Juegos Olímpicos: los super atletas

Ahora que terminaron los Juegos Olímpicos en París, me hizo pensar más sobre qué es lo que hace que una persona llegue a ser un atleta de alto rendimiento y lograr por ejemplo, una medalla de oro en este tipo de competencias.

Podría ser su complexión, sus habilidades, su disciplina, sus hábitos, su tipo de alimentación, su entrenador, su entrenamiento, su financiación y hasta ¿su genética también?. Hay muchos factores tanto internos como externos que le permiten a un niño llegar a ser un campeón olímpico a través de los años, como leí por ahí en internet, comienza el camino con el niño yendo a algún lugar de su localidad, luego sí es bueno salta a ser el mejor en su municipio, luego en su estado, después en su país, tal vez siga siendo el mejor en su continente y luego a nivel mundial.


Y decirlo, suena fácil, pero todo esto lleva tiempo, dinero para los accesorios que vaya requiriendo, pasajes para llegar al lugar de entrenamiento, si se llega a lastimar pagar las consultas médicas, luego si ya necesita algún entrenador personal pagarle, al estar ya más tiempo en entrenamiento hay que incluir también el nutriólogo, cuidar lo que se come o si se requiere una alimentación especial, si se tiene suerte y buenas relaciones públicas quizá pueda tener un patrocinador que pueda financiar sobre todo el transporte si ya es internacional las competencias en las que participa.


Ahora esto solo es una parte que digamos podría ser visible, tangible. Porque también a nivel salud mental, el ser un deportista de alto rendimiento, se necesita lidiar con el estrés de las competencias, incluso hasta con el autosabotaje, mantenerse motivado a pesar de no obtener los resultados esperados (por ejemplo cuando pierde o comete algún error), definitivamente tener un equilibrio emocional es indispensable en todo atleta. De hecho, todos supimos el caso de Simone Biles por mencionarla como evidencia de la salud mental en ese nivel de deportistas.


Así que como vemos no es tan fácil o sencillo el camino de un atleta olímpico, se requiere de mucho apoyo familiar, apoyo económico, apoyo emocional, automotivación, persistencia y disciplina a lo largo de varios años, es prácticamente un estilo de vida. Y todo esto es lo que hace la diferencia entre un simple mortal y un atleta con medalla de oro.









Comentarios

Entradas más populares de este blog

No soy adicta a los perfumes

La experiencia del primer tatuaje

Dime que cantas y te diré quien eres