Hola a todos
¡Hola 2018! Nada de sorpréndeme,
sólo un gran saludo y dejar que todo fluya en su perfecta armonía en estos 365
días. Comencé el año con trabajo durante los primeros 3 días, excepto el 1 que no se trabaja, ahora vamos a hacer una
revista electrónica bueno no tanto una revista, sino un blog tipo revista con
artículos publicitarios acerca de temas como salud, negocios, diseño y
tecnología, así que tuve que hacer 10 artículos que ya están listos y al
parecer ya van a subirlos, así que soy feliz me gusta hacer contenido en
general, para el blog, para redes sociales y copy, guiones para videos, entre
otros proyectos.
Por otra parte, también luego de
un año de trabajo por fin tuve mis vacaciones, maravillosas, sorprendentes y
fantásticas vacaciones en Iguazú. Ya lo había pensado desde el 2016 pero con el
cambio de trabajo se tuvo que posponer pero como dicen popularmente “no hay
plazo que no se cumpla” y me fui del 4 al 10 de enero a la provincia de
Misiones, Argentina a ver las Cataratas de Iguazú tanto del lado argentino como
del lado brasileño.
Día 1
Mis vuelos los realicé con LATAM
Airlines y fueron de la Ciudad de México a Santiago de Chile, de Santiago de
Chile a Buenos Aires y de Buenos Aires a Iguazú, en total fueron alrededor de
17 horas con escalas de 2 horas. Todo muy bien, pude tomar fotos desde el avión
y en los diferentes aeropuertos. Para evitar documentar equipaje sólo llevé una
mochila con ropa ligera, mi cámara, mi Iphone y un libro de Haruki Murakami.
Llegué a Iguazú el 5 de enero
como a las 13:30 hora local, había llamado al banco de mi tarjeta de crédito
para saber si tenía que hacer algo previamente en la tarjeta y poder hacer
compras o pagos en el extranjero y me indicaron que no, así que al llegar al
aeropuerto de Iguazú quise ver si pasaba mi tarjeta de crédito y sí, pagué el
taxi que me llevaría al hotel, todo bien. Como
tomé los taxis colectivos (150 pesos argentinos) conocí otros hoteles
algunos muy bonitos al pasar a dejar a los demás turistas.
Yo reservé desde octubre en el
Hotel Tupa, es un hotel sencillo que sirve muy bien para pasar la noche, tiene
una pequeña alberca, incluye el desayuno (fruta, café, jamón, pan, jugo y unos
cuernitos deliciosos), está un poco alejado del centro, sin embargo, está cerca
de una parada de bus así que no había tanto problema al trasladarse a otros
sitios.
Iguazú creo que se caracteriza
por su tierra roja, mis zapatos quedaron con ese color, no es lodo pero si
tierra que se pega fácilmente a los zapatos, el clima en verano es muy cálido
aunque hay lluvias esporádicas, de pronto algunas nubes, sin embargo, casi
siempre el sol está en todo su esplendor desde la mañana hasta la tarde. El
pueblo no sé si llamarle así, bueno lo dejaré en provincia, es muy pequeña, no
hay tanta vida nocturna o fiestera, hay restaurantes que ofrecen bebidas
alcohólicas mas lucen casi vacíos, uno que otro grupo de turistas riendo y
bebiendo, generalmente son grupos pequeños de 3 o 4 personas. Así que no hacen
tanto show.
Vi un o dos hostales que sus
habitaciones si lucían demasiado pequeñas, pero supongo que el precio estaría
muy bajo. También noté que los supermercados son pequeños (hasta los Oxxo aquí
tienen más cosas) tienen lo necesario no más. Hay casas de cambio, vi muy pocas
heladerías pero pude probar un helado de dulce de leche muy rico pedí el más
pequeño (en realidad estaba grande) por 65 pesos argentinos, se llaman
Cremolatti.
El sábado 6 de enero fui a las
Cataratas, en el hotel la chica de recepción me indicó como podía llegar, muy
fácil, caminé a la parada que estaba a unas 3 cuadras y ahí esperaba la ruta
Río Paraguay, cobran 75 pesos argentinos la ida, la terminal es el Parque
Nacional Iguazú así que llegué como en 40 minutos, la carretera para las
Cataratas es casi igual para el aeropuerto, previamente lo había recorrido en
Google Maps por lo que estaba familiarizada.
Por fin llegué al Parque Nacional
de Iguazú, compré mi entrada (500 pesos argentinos) y entré toda emocionada,
lees los anuncios los cuales indican que no te angusties por los insectos que
viven ahí, sino que te dejes sorprender por la flora y fauna del lugar, también
recomiendan no andar por caminos no indicados ni por las vías del tren.
Te dan un mapa del parque en el
kiosko de información, sugieren que visites primero el gran atractivo de La
Garganta del Diablo, hay un tren que te lleva a la estación Garganta del Diablo
(también lo puedes hacer caminando). El primer día decidí caminar, iba
observando los arboles, los arbustos, toda la vegetación, los troncos, las
mariposas, los coatíes, lagartijas y en una de esas hasta puedes ver tucanes o
murciélagos.
Cuando llegas a la estación del
tren, debes formarte para tomar el tren que te lleve al salto más famoso del
parque (no sin antes recoger 1 boleto que no tiene costo, supongo que es para
el control de visitantes) es un recorrido corto, y sigues viendo toda la
vegetación de ambos lados al llegar a la terminal, caminas no sé cuántos metros
pero es un camino un poco largo para llegar a La Garganta del Diablo y ver su
grandiosidad. A lo lejos percibes la bruma o brisa de las cataratas, sentí una
gran emoción, caminar por el sendero que te lleva al mirador. Y estar en el
mirador es una sensación de felicidad, ver toda esa agua caer, escucharla,
sentirla, olerla, todo es muy bello. De pronto llega el viento y te moja la
brisa, no es tanto como para llevar un impermeable, aunque sí para las cámaras
o los móviles.
No sé si todo el año esté así de
lleno de turistas, pero hay que hacer prácticamente fila para estar en el
barandal unos momentos y poder tomar fotos/ vídeos, o simplemente quedarte
atónita ante tanta majestuosidad de la naturaleza (fueron descubiertas en
1541), el salto de La Garganta del Diablo mide cerca de 80 metros de altura.
Sinceramente no quieres irte de
ese lugar, pero sabes que hay más por ver, así que sales de ese mirador y
comienzas a caminar y caminar, viendo otros saltos como el de San Martín,
Bosetti, Los Tres Mosqueteros, entro otros. Tienes 2 circuitos por hacer en el
parque: el superior (el más largo) y el inferior. Recorrí primero el superior,
el sol a todo lo que da, pero las cascadas son tan hermosas que no te preocupa
el sol o los grupos de turistas que siempre están por todos lados.
En los días que visité las Cataratas, no había
el recorrido a la Isla San Martín (al parecer por el caudal del río) por lo que
no pude estar en esa isla, pero sí pregunté por el recorrido náutico La Gran
Aventura donde te llevan a las cascadas y las ves más cerca, tanto que te
empapas como nunca. Luego de un día de caminata, fui a que me sellaran mi
boleto de entrada para que al siguiente día me dieran un descuento del 50% en
la entrada, regresé al hotel y preparar mi segunda jornada.
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