Aprender algo nuevo y dejar los miedos


Mi primer post fue en agosto del 2010 y explicaba que estaba por iniciar mis clases de danza jazz (algo que me gustó cuando estaba en secundaria). Después de 8 años, estoy iniciando clases de natación y realmente estoy entusiasmada, emocionada y feliz por aprender algo nuevo.
Mi amiga me preguntó por qué me decidí por natación, la respuesta es porque quiero hacer actividades acuáticas por ejemplo en La Huasteca Potosina, cuando voy al mar también me gustaría hacer snorkel, así que debo empezar por saber nadar.
Cabe mencionar que tuve una mala experiencia hace más de 30 años en una alberca, casi me ahogaba si no hubiese sido por unos chicos que nos ayudaron a mi hermano y a mí a salir de la piscina. Desde ese día, nunca volví a meterme a algo con agua ¡nada!
Pasaron  muchos años para que volviera al mar, gracias a mi amiga Vicky que me platicó que iba a ir a Huatulco, me animé y fui, me gustó visitar la playa luego de casi 26 años de no sentirla, ni olerla, ni verla.
Aunque no me preocupaba el no saber nadar, excepto cuando fui a Los Cabos a ver las ballenas, como debimos tomar una lancha, por mi mente pasó la idea de que si se volteara la lancha, yo me ahogaría porque no sé nadar, pero como iba con mi amiga me dio confianza y nos la pasamos felices buscando a las ballenas y todo el recorrido.
En la playa sólo me meto hasta que el agua me llegué a las rodillas, según yo, no me da miedo, sólo soy precavida. Así me la pasé estos últimos años en uno de mis lugares preferidos que es el mar. Disfrutando de la arena y las olas, siempre desde la orilla.
También me gustaría hacer rafting, sin embargo, igualmente considero la situación de que se volteé la balsa y yo sin saber nadar, me pasa lo mismo con el kayak. Uno de los lugares que me gustaría visitar es las Islas Marietas y en especial Playa Escondida, para llegar a esta playa se debe nadar.
En el mes de mayo comencé con la idea de hacer algo de ejercicio pero no sabía exactamente qué, fui al Smart Fit para conocer las instalaciones, aunque me parecieron buenas, no era lo que deseaba realmente. Luego fui al ver las instalaciones del centro deportivo donde estoy y me gustaron, sobre todo la alberca. Mi amiga va a natación ahí desde hace 2 años, finalmente me decidí por aprender a nadar.
Tienen promoción de inscripción gratis en enero, julio y mayo. Así que sólo pagué la mensualidad, un seguro, compré mi traje de baño, la gorra y los google que me regaló mi amiga. Y así comencé hace unos días.
Para ser el primer día de clases, mi papá gentilmente me llevó y esperó hasta que saliera, por lo menos así me sentí menos nerviosa. Lo primero que hice fue cambiarme y enjuagarme para entrar a la alberca ¡me dio miedo! Pero luego de unos minutos ya me sentí mejor, debo aceptar que ahora que lo escribo ya me da risa aunque en el momento fue algo raro y nuevo para mí. Recordé que cuando estaba pequeña me gustaba meter la cabeza en el agua y ver la alberca. Sé que poco a poco regresará ese gusto, espero aprender a nadar y que me relaje también.

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