19S

Pues bien hasta hoy me animé a escribir sobre el terremoto del 19 de septiembre, un poco para recordar esto en algunos años, un poco para terapia y un poco porque quiero opinar entorno a todo lo que ha pasado y que hemos conocido.
Comenzaré con recordar el terremoto del 19 de septiembre del 85, yo estaba en la primaria, era de mis primeros años de escuela, en ese momento ya había desayunado, tenía mi uniforme y mi mamá me estaba peinando (con dos coletas y moños que me caían mal) cuando inició el temblor, nosotros vivíamos en el cuarto piso de un edificio dentro de una unidad habitacional.
Recuerdo que no me asusté pero vi que mi papá no podía caminar bien, se tenía que ayudar agarrándose de las paredes, como vieron que no terminaba de temblar, mi papá fue a la recámara de mi hermano para poder sacarlo porque estaba durmiendo, al final no bajamos y no pasó más en nuestro edificio, sólo la pared que daba hacia los talleres del metro tuvo fracturas.
También se fue el agua durante tres semanas, teníamos que llenar cubetas y subirlas 4 pisos, ya no recuerdo cuántos días estuve sin ir a la escuela, pero a veces veía las noticias con imágenes de edificios destruidos, en ruinas, gente en la calle y así crecí con esos momentos cada año, porque lo conmemoran todos los años y se hacen simulacros ese día.
No puedo decir que me quedé traumada y que me den miedo los sismos, en realidad son muy calmada, tranquila, sin embargo, en este 19S si me dio un poco de miedo. En mi anterior trabajo pasé dos o tres temblores, estaba en el piso 8, no me sentí insegura en ninguna de las ocasiones, el edificio se me hace muy resistente y estable.
No puedo decir lo mismo ahora, trabajo en el piso 12, el edificio si lo considero algo inestable, además de tener mucho vidrios, casi todo es de vidrio, y creo que eso me dio miedo, el no tener muros me hizo sentir insegura, cuando inició el terremoto, me paré de mi escritorio, sabía que no puedo bajar por las escaleras, pero al menos colocarme en un lugar seguro si (¿pero dónde?) y la primera en interceptarme y quien me agarró del brazo fuertemente fue mi vecina que salió de su oficina también con muros de vidrio. No sé cómo pero me zafé de ella, y caminé hacía la salida principal, pero ahí me abrazó otra chica (es una becaria de diseño) y creo que eso me dio miedo, volteé a ver a los demás que dijeron que no nos moviéramos y que nos replegáramos al muro (¿? sólo hay un muro pequeño de tablarroca).
Cuando terminó el temblor, comenzaron a decir que bajaríamos de 5 en 5 por las escaleras para no poner tanto peso en ellas, tomé mis cosas e iniciamos la salida, poco antes alguien subió las cortinas que nos cubren del sol y ahí me asombré por lo que vi, el ambiente "de destrucción", un edificio quemándose, las llamas se miraban muy vivas, polvo por todos lados, toda la gente afuera, no entré en pánico pero creánme que estaba en el límite.
Ya cuando estaba en la calle,caminamos a la "zona segura" (hay cables por todos lados al igual que árboles) y le envié mensaje a mi hermano para saber si estaba bien, así como también conocer si había tenido contacto con mi papá, también me dio tiempo de enviarle whats a un amigo. Mientras caminaba, se escuchó una explosión, era un edificio a una cuadra y comenzó a salir humo, todos gritaron y corrieron, yo me tropecé con un obstáculo que había estado en la calle no sé cuantos días y siempre había esquivado en días anteriores.
Luego de unos minutos todos respondieron que estaban bien, por ese lado ya estaba tranquila, así que me senté en el camellón y miraba a la gente asustada, a gente que fumaba (wtf olía a gas ¿quiere que explotemos todos?), vidrios en el piso, personas llorando aún, intentando hacer llamadas desesperadamente, muchos claxons, muchos coches, se oían ambulancias, helicópteros, en una palabra un caos.
Quería irme a casa, pero escuché que el metro no era seguro, una compañera del trabajo que iba hacia el oriente nos ofreció su coche, pero teníamos que caminar a Parque Delta. Iniciamos la caminata y en serio no podía creer lo que veía, pasamos por donde está un hospital, los enfermos con todo suero y camilla en la calle, en sillas de ruedas y sus batas color azul, enfermeras asistiéndoles, vecinos igualmente asustados, vidrios en el piso (mirabas hacía arriba y notabas de donde se habían roto), grietas superficiales y otras más profundas en los edificios o casas, comercios, establecimientos comerciales. Lo que me preocupaba demasiado era el olor a gas que se percibía a donde quiera que íbamos.
No sé cuanto tiempo tardamos en llegar, ahora era aventarse todo el tráfico, tiempo después llegué a la casa. Al siguiente día no quería ir al trabajo además no era seguro ni obligatorio asistir, me presenté hasta el jueves, sinceramente no tenía ánimo de subir al piso 12, sin embargo, no queda de otra, ya estoy casi en la normalidad.






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