No sé

A veces no sé, hay indecisión, a veces por la parte principal, a veces por la otra parte. La idea ronda en la mente, una y otra vez. En ocasiones se toma una decisión, pero luego de pensarlo ya con otras aristas (cómo siempre le gusta ver las cosas) se dice: No, no es buena idea.

No lo sé. Tal vez si es cuestión de arriesgar y ver qué sucede, de dejar fluir. Pero ¿podría significar dejar cosas? No sé en verdad si hay la disposición a dejarlas, son muy valiosas para la salud mental. No lo sé, así como están las cosas se siente bien, pero creo que no es lo que busca y a veces sale a relucir la culpa, hay ocasiones que el egoísmo gana y hace daño sin querer. Así las cosas.

Y precisamente por lo anterior, no hay reclamos, no se culpa por buscar la felicidad, sino se encuentra en algún lado, habrá que buscarla en otro lado ¿no? A pesar de las heridas en el camino, a pesar de todo en ese lapso, de lo que se dio, de lo que se vivió. Por lo menos hay constancia de lo que se sintió y tal vez nunca se vuelva a sentir, de lo que se experimentó como nunca antes, y quizá no haya algo más así, en ese grado en mucho tiempo. Se guardará en el corazón por siempre.

Todavía hay pensamientos de tristeza, de melancolía, de nostalgia, de coraje, pero se irán diluyendo con el viento, con el mar en el vaivén de las olas, de una escapada tras otra, tratando de olvidar y seguir viendo todo con optimismo que es una característica, aunque a veces ésta falla y vuelva la idea, regresan los momentos compartidos, las pláticas, todas las experiencias vividas. Y se vuelve a caer, pero en esta ocasión sabe que debe seguir.





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