Estuve en la sala de espera del aeropuerto casi dos horas y ya no sabía qué hacer, caminaba e iba a ver las tiendas, observaba a la gente, imaginaba a qué viajaría, había familias completas, mamá, papá, hijos, tíos, abuelitos; también vi personas solas al igual que yo, lo cuál me daba fortaleza. Por fin llamaron para abordar, mostré mi hojita del check in, lo revisaron y abordé, busqué mi lugar y me senté. Estaba nerviosa, ansiosa y con miedo, pero a la vez me sentía feliz porque por fin todo el esfuerzo había rendido frutos. Volé con Air France, por lo que los sobrecargos hablaban francés e inglés y muy poco español, jeje por lo que tenía que preguntar o responder en inglés. Mis compañeros de vuelo, era una señora que iba con su esposo a Italia y otro chico con quien no conversé pero me ayudó a poner mi tablita para comer y usar los audífonos. Después de 11 horas de vuelo llegué a París, al aeropuerto Charles de Gaulle, no había mucha nieve aunque se notaba que había nevado en días pa